viernes, 22 de agosto de 2008

Sesión 5. Actividad 2. Paradigma Conductista

En equipo llegamos a las siguientes conclusiones en torno a estas cuestiones:

1. Sobre los conocimientos previos que cada uno tenía antes de ver la telesesión, del Paradigma Conductista.

De manera general concebíamos al conductismo como el paradigma de estímulo respuesta, en donde a una instrucción planeada, debería seguir una consecuente acción o reacción por parte del alumno; aunado a ésto, teníamos la noción del reforzamiento positivo y la concepción de las taxonomías de Bloom. La parte que conocíamos es el de un docente como administrador del proceso, de las dosificaciones y las formas de evaluación.

2. Comparando la visión de este Paradigma, antes y después de la telesesión:

Nuestro conocimiento sobre el paradigma conductista en un principio, aunque contenía nociones básicas, se amplió de manera considerable. En primer lugar, nos mostro el contexto donde tuvo origen (finales del siglo XIX), y de sus principales líderes, como Pavlov, Watson y Skinner. En segundo término, conocimos el cuestionamiento principal de este paradigma, y que corresponde a si es posible considerar como objeto de estudio a la conducta observable de los individuos (posteriormente al de los alumnos en especifico, cuando hablamos de educación). Nuestra noción simplista de estimulo respuesta, se amplía al tomar nota de la premisa de que toda conducta se puede explicar por el tipo de estimulo que se presenta. En tercer término, entendimos que el conductismo utiliza un enfoque empírico sobre el comportamiento del hombre, que según este enfoque y bajo ciertas circunstancias es posible predecir. Las maquinas de enseñanza, la instrucción programada y la tecnología educativa, las cartas descriptivas, son sus aportaciones a la educación. El termino clave, surge en dos vertientes como el condicionamiento clásico y el operante, ideas aplicadas en educación, durante muchos años y que incluso aun se aplican.


3. ¿Qué hacemos “nuestro” del Paradigma Conductista?, en cuanto a los siguientes indicadores:
Maestro
Más allá del logro eficientista hacia el cambio de conducta, persiste la obligación de que el docente sea un experto no solo en su área disciplinar sino en la capacidad de diseñar y poner en práctica nuevas estrategias de instrucción y dirigir a un grupo de personas a un nuevo conocimiento.

Alumno
Si bien el desempeño y conducta observable del estudiante pueden prefijarse desde el exterior ( según este paradigma), se debe avanzar hacia el desarrollo independiente del alumno y a su “independencia de campo”; pero retomamos la idea de que en un primer nivel de instrucción, esta deberá seguir una parte conductista, dado que las primeras adquisiciones se dan por repetición de los ejemplo-tipo, propios de cada disciplina y que en muchos casos como el de las matemáticas se dan de manera axiomática.

Enseñanza
En este aspecto consideramos que el conductismo intuye que la enseñanza debe ser planificada y orientada a objetivos muy precisos, y que si bien el docente lleva una carga muy importante en la “administración” de la enseñanza; rescatamos esta idea; pero en el sentido de que se debe compartir esta responsabilidad, y efectivamente, como en casi cualquier actividad humana, el reconocimiento al esfuerzo y logro debe estar siempre presente.
Aprendizaje
Retomamos la idea de que los conocimientos deben aprenderse de manera gradual y planificada, utilizando también diversos medios; otro aspecto a retomar es la idea de que los individuos atribuyen cierto valor informativo a las relaciones o asociaciones entre estímulos, que los hacen actuar o comportarse de cierta manera, y como menciona Skinner( 1976) en la probabilidad de que exista un cambio positivo en las respuestas de las personas, después del procese de instrucción.

Estrategia Didáctica
Definitivamente nos quedamos con las ideas básicas de la tecnología instruccional, pero modificándola con la propuesta del constructivismo; dado que finalmente la base de la instrucción se puede cambiar, con esta visión , de ser el maestro el centro de la instrucción, a que sea el alumno su propio guía en la adquisición de conocimientos. El papel pedagógico didáctico del profesor variaría solo en el sentido de que si bien el sigue siendo el planeador del curso (en un inicio), el alumno es parte interactuante de ese proceso y el docente se convertirá en el proceso solo en un acompañante o tutor.

Evaluación
Aunque en nuestro tiempos los aporte de otros paradigmas han influido notablemente en la forma de evaluar a los alumnos; las pruebas objetivas siguen siendo rescatables como parte de un proceso de evaluación más amplio; retomamos también la idea de retroalimentación inmediata, y el denominado “manejo de contingencias”.

1 comentario:

Adriana Vasco dijo...

Buenas noches:

Leyendo su aportación, identifico que hay mucha concretes y claridad respecto a los puntos que se les pidió comentar y llegar a un consenso grupal, ya que como lo mencionan existía en ustedes conocimientos previos del Conductismo.

Es relevante destacar cómo lo han transferido a su ámbito profesional y han determinado que aún sigue vigente con cada una de las acciones que han mencionada en los diferentes elementos. Esto entonces argumenta que no por emplearlo hacemos de manera inadecuada nuestra labor educativa, sino que hasta la diversificamos y enriquecemos con la inlcusión de otros paradigmas. que nos permtien retomar aquello que es útil para la formación del alumno.

No tengo otro comentario al respecto, sólo brindarles una FELICITACIÓN!!! por esta participación fundamentada en 2 elementos: Teoría y práctica.

Atte Adriana Vasco Terán.